En los años 70, para conocer las mejores olas y cartografiar la costa del país, el surfista debe ser un pionero, llevando una vida simple y pacífica junto a los pueblos de pescadores artesanales aislados. Garopaba fue el ejemplo perfecto de este escenario y fue allí donde comenzó la historia de Mormaii.
Las olas perfectas de la región atrajeron a Morongo a ese pueblo aún sin suministro de electricidad y sin médico. Graduado en medicina, Marco Aurélio Raymundo dejó Río Grande do Sul y fue a Santa Catarina para vivir una vida diferente. Quería brindar atención en el centro de salud para la comunidad de la región, pero también quería surfear directamente, en playas vacías. Sin embargo, permanecer en el agua durante el invierno era imposible debido a las bajas temperaturas del mar.
Fue entonces cuando Morongo tomó la iniciativa de coser un traje de neopreno para él, en su sala de estar. Pronto, se difundieron las noticias y comenzaron los pedidos. La creación de los primeros trajes de surf en el país permitió a cualquier atleta brasileño comprar uno, sin depender de los productos importados.
